1/12/12

DINERO - Enérgico, mágico, eléctrico.

Ayer salimos de la sala But con la adrenalina por las nubes y exhaustas del concierto que acabábamos de presenciar. Hoy, después de haber dejado reposar nuestra opinión, seguimos pensando lo mismo: el concierto fue enérgico, mágico y eléctrico.
Los que habéis tenido el placer de ver a Dinero en directo previamente creo que sabréis perfectamente a lo que nos referimos cuando decimos la palabra enérgico. Y es que la descripción no es para menos, si tenemos en cuenta que sólo tres personas provistas de un bajo, una guitarra y una batería suenan encima del escenario con tanta fuerza como una orquesta sinfónica -vale, quizás no tanto, pero entendéis a lo que me refiero ¿verdad?-.

Dinero.

Teloneándoles nos encontramos a los chicos de los Noises, una banda muy joven en pleno auge y con un montón de fans hiperactivos -casi tanto como los componentes-, que fueron los encargados de caldear el ambiente. Con un sonido algo distorsionado, -posiblemente debido a que la sala But, más que destacar en acústica, lo hace en estética e iluminación- pero mucha energía, los Noises nos hicieron saltar con temas como '1984.0', 'La ciudad es tuya', 'Rara avis' o su reciente single 'Equilibrios', con la que acabaron su concierto y nos abrieron el apetito para lo que quedaba de noche.

The Noises.
Con un repertorio repleto de canciones de su primer y segundo disco, los Dinero abrieron el concierto de la misma manera que da comienzo su último disco, Año Perro, con 'Nuevo desorden mundial'. Continuaron con un par de canciones más del disco, entre las que se encontraba su nuevo single "Como Cuándo Quién", para a continuación recordar viejos tiempos con un par de canciones de su disco homónimo. "Gracias por estar aquí, este momento está siendo perfecto"- decía Sean como presentación de la canción que lleva el mismo nombre. Después de cantar que no al amor con 'Utópicos Anónimos', la banda tocó '16 horas de nieve' por primera vez en la capital. 
Mientras tanto, el público de la sala But poco a poco enloquecía, y a cada segundo podían verse más y más grupos de gente enzarzada en pequeños pogos. 'Vaya panorama', pensábamos nosotras, cantaban ellos, y coreábamos todos... pero 'Qué más da', todos formábamos parte de ése caos.

Ekain, de Dinero, a la batería.
La batería de Ekain fue la encargada de dar paso a su siguiente tema, 'Tal vez', y de animar el estribillo de la bailable 'Mi generación', uno de los temas más controvertidos del último disco de estos chicos, convertido en una oda y al mismo tiempo una crítica de los jóvenes de ahora. Las reivindicaciones continuaron con otra de las canciones del nuevo disco, 'Dime',  que sonó justo antes de dos de las canciones más eléctricas de su primer disco 'Mentiras' y 'Saboreal'.
Tras el subidón de los últimos acordes de 'Saboreal', los Dinero se retiraron a los camerinos para salir a los pocos minutos y presentarnos a un chico que nos hizo vivir uno de los momentos más mágicos de la noche mientras pedía matrimonio desde el escenario a su novia. 
Tras los gritos y aplausos de emoción, el grupo se preparó para tocar las cuatro canciones que componían el bis: 'El Fin del Mundo', 'Trastorno Bipolar', la canción que da nombre a la crónica (y que describe perfectamente los conciertos de estos tres chicos): 'Enérgico, mágico, eléctrico', y su mítica 'En invierno', que supuso el momento culmen del concierto, y en la que el público terminó de perder el control por completo. 
Acabamos todos agotados, entusiasmados y fascinados. Dinero: queremos más. Y por favor, no descanséis en invierno. 

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