Carlos Sadness en Clamores

Llegamos a Clamores con algo de retraso. Mientras bajábamos las escaleras de la mítica sala de jazz pudimos escuchar las últimas notas de "Fue tan importante". -¡Mierda! Es una de nuestras preferidas-. Queremos creer que fue la canción elegida para empezar y que no nos perdimos ninguna más.

Nos abrimos paso como pudimos hasta más o menos el centro de la sala, repleta de mesitas con aperitivos que no fueron capaces de retener ni a una sola de las personas que allí había sentada en sus sillas: todos estábamos de pie, para que Carlos nos viera bien.

Ya en nuestra posición, nos dispusimos a disfrutar de uno de los conciertos con más buen rollo en los que hemos estado nunca. La siguiente canción que nos hizo volar fue "El día que hizo más viento que nunca". 

Poco a poco fue repasando todas las canciones de Ciencias Celestes, algunas mientras echaba de menos a las voces que le acompañan en el disco, como es el caso de Bebe en "Se fue", o a Zahara en "Au Revoir", canción en la que, quizás gracias a la genial acústica de la sala, o a los geniales fans del señor Celeste, retumbó Clamores y fueron hasta capaces de escucharnos desde arriba las personas que no pudieron pasar al concierto.

En otras, en cambio, el catalán prefirió hablarnos más personalmente de sus temas, como en "Canción fronteriza", en la que declaró (¡no le hagáis unfollow por esto eh!) que se le había ocurrido tras pasar por un campo de trigo y pensar 'esto es demasiado bonito como para verlo yo solo', o en "Celeste", en la que nos contó que la letra está contada desde el punto de vista de un zorro.

"Mátame ya", "El cazador y la serpiente" o "Amores flacos" fueron otras de las incluidas en el repertorio, las cuales todos cantábamos ahogados intentando salvar algo de aire para gritar a pleno pulmón sus estribillos. 

La íntima "Minuto en la lluvia" y "Siempre esperándote", en la que el público tomó el papel de Ferreiro, fueron las encargadas de cerrar la primera parte del concierto.

Un par de minutos más tarde Sadness volvió acompañado de su pianista para rememorar viejos tiempos con "Estoy vivo" y "Atraes a los relámpagos", canción con la que terminó, no sin antes hacernos saltar y corear la enérgica "Hoy es el día".

En definitiva, un concierto lleno de paz, de buen rollo y de buenas vibraciones que, como el nos dijo a nosotros, acabó siendo de matrícula de honor.