30/10/12

Vetusta Morla - Y cuadraron el círculo

Muchas sorpresas de cumpleaños y otras porque sí nos permitieron disfrutar del conciertos más fantástico, en todos los sentidos que pueda tener la palabra, de los que hemos asistido.
Vetusta Morla es de esas bandas cuyo directo impresiona. A cualquiera que le guste la música podrá afirmar que la que montan estos madrileños en el escenario, y como consiguen que suene, no es algo ordinario. Les vimos comenzar la gira de sus "Mapas" en La Riviera el pasado diciembre y ya se nos salieron los ojos de las órbitas, o más bien los tímpanos de los oídos, y el pasado fin de semana presenciamos el fin de esta misma gira, aunque con un planteamiento completamente diferente, en el Teatro Circo Price.
Desde la intimidad de esta sala, y con una proyección previa de un camino que conectaba puntos en el "Mapa" de sus canciones, comenzaron en un formato, ya no acústico, sino acustiquísimo, con "Pequeño desastre animal". El público, en un silencio sepulcral,  no podía más que cantar con los labios mientras que la voz de Pucho y una humilde guitarra llenaban cada rincón de este circo. Sin palabras a la ovación rompedora después de aquel silencio que nada tenía que envidiar a un velatorio.




No duró demasiado este dueto solitario porque acto seguido entraron al escenario los cuatro miembros restantes de la banda para seguir con una de las canciones que estimamos más bonitas y que no se encuentra en ninguno de sus álbumes: "Los buenos". 
Pucho como portavoz, habló de recuerdos. De cajitas con souvenirs, billetes de tranvías, entradas de museos y demás objetos insignificantes que al final de un largo recorrido cobran sentido y valor. Quisieron regalaros a cada uno de los asistentes una cajita con su firma haciéndonos disfrutar de canciones de todo su repertorio, pero acompañados por una banda especial. La Orquesta Sinfónica de Murcia se unió a la fiesta para tocar "Escudo humano" comenzando con una intro de cuento de hadas. Se fundieron la banda y la orquesta para formar un todo espectacular. El escenario desprendía fuerza, movimiento, emoción. La audiencia tan políticamente correcta que llenaba el Circo Price perdió las formas para cantar a gritos "Saharabbey Road". Todo ese ambiente ficticio que le daba la orquesta a cada canción era mucho más intenso con las canciones más suaves como: "Los días raros", "Maldita dulzura" y sobre todo con "Copenhague".
Al despedirse de la Orquesta, otra proyección se iluminó al quedar el escenario vacío. Enumeraron los tuits, los despidos, las botellas de agua, las cervezas, los whatsaps, los bidones, los palos... Todo lo utilizado o consumido en esta gira que concluía ahí mismo. 
Quisieron dejar un mensaje optimista a todo el público. Muy acorde con la canción que cantarían a continuación ("El hombre del saco"), hablaron de no tirar la toalla a pesar de los tiempos que corren. De buscar y potenciar las cosas que nos hagan felices por pequeñas que sean porque para eso vivimos, para ser felices. 
A nosotras lo que nos hace felices es la música y más si viene de la mano de Vetusta Morla.
Terminaron con una apoteósica "Cuadratura del círculo" con fogonazos de luz algo psicodélicos para que nos fueramos a casa muy contentas, coronando un fin de semana fantástico.





PD: Nos pidieron a los asistentes guardarnos de subir a ninguna red social nada que pudiera estropear la sorpresa al público de los pases siguientes, y aquí nos veis, publicando un lunes noche y con mucho gusto, a las órdenes de los vetustos.
Menciones especiales a Marco Ferreira, a Sixto (gracias a ambos por esta perlita) y a Alba Vera.

Os dejamos con algún vídeo del concierto, esperamos que los disfrutéis. Hasta muy pronto.



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