84 Conciertos

No perdonamos ni el día de Navidad. Aquí nadie se toma vacaciones y mucho menos estos tres grandes que llevan ocupando y llenando esta sala el día 25 de diciembre durante 4 años.

La sobriedad con la que estaba dispuesta la Galileo Galilei, con sus mesas y sus sillas, no pudo retener al público. Y es que 84 sabe perfectamente cómo llevar a su audiencia en cada momento, pasando por todos los tonos posibles de manera muy fluida y divertida.

Se ha creado un vínculo especial entre 84 y nosotras. Quizás sea porque fue de los primeros conciertos que vimos juntas, o simplemente porque son buenos y punto. El caso es que después de más de una decena de conciertos suyos en menos de un año nos siguen sorprendiendo. Vamos de camino a los 84 conciertos.
Nos sabemos su setlist de memoria, pero hay canciones que nos siguen llenando como el primer día. Entre ellas: "Esquinas de Madrid", "Historias del Arte", "Antes de Ayer" o "27 días". Haciendo su habitual recorrido por su repertorio esparcido entre sus dos discos, nos deleitaron con tres temas nuevos que ya presentaron en su día en los Teatros de Canal (tampoco nos lo perdimos), "Barba Espesa", "Soy mitad" y "Hoy me quiero equivocar", esta última especialmente bonita en la que Beris se atrevió con el piano, que no es su fuerte, reafirmando lo que dice su canción: "No quiero ser el mejor; hoy me quiero equivocar."

Emocionándonos con sus canciones más lentas y sentimentales, pasaron a levantarnos de los asientos creando tal revuelo que más de uno se llevó un puñetazo, voló una mesa o derramó una cerveza. Y es que los (más bien las) fans de 84 son de lo más escandaloso y más cuando la media de edad de la audiencia desciende a los 16 años.
Fue un concierto, por otro lado, bastante familiar, puesto que entre el público se encontraban familiares, amigos y compañeros de trabajo, a parte de todas las groupies que de pie nos encontrábamos.
La banda que les acompaña en el escenario tan perfecta como siempre se vio invadida por dos invitados: su anterior batería, Nacho y el recién llegado de la Tierra Media, Sergio de Rojan, también conocido como Sergio Rojas. El momentazo de la noche vino de este último, cuando revolucionó a la sala en la manera más literal que os podáis imaginar, versionando Shout. También robó el micrófono a estos tres gentlemen su propio bajista Chema Moreno, como ya es costumbre, para cantar una canción, esta vez sorprendiéndonos con un impecable "Get Back".

En fin, que no tenemos malas palabras para ellos aunque las busquemos. Ir a sus conciertos es introducirte  en un halo de rockandrolleo y buen rollo que distrutamos aunque nos los sepamos de memoria, pero ¿a quién le amarga un dulce?